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jueves, 6 de octubre de 2011

Cardenales en el Congreso Eucarístico Internacional de Buenos Aires (4 de 6) - Escudo del cardenal Gonçalves Cerejeira

En el consistorio del 16 de diciembre de 1929 fueron creados cardenales  dos de los  purpurados que aun nos faltan en la lista de los que llegaron a Buenos Aires para participar del Congreso Eucarístico Internacional de 1934.

Nos ocuparemos hoy del cardenal Manuel Gonçalves Cerejeira, Patriarca de Lisboa.



Nacido en 1888 en Portugal, había sido ordenado obispo en 1928. Fue designado Patriarca de Lisboa en noviembre de 1929 y un mes después fue elevado a la dignidad cardenalicia como Cardenal Presbítero del Título de San Marcelino y Pedro. Tras un largo episcopado,  renunció por edad en 1971 y murió en 1977.


Fue el cardenal más joven en su momento, y sobrevivió a todos los demás cardenales creados por el papa Pío XI.
 
Podemos observar sus armas en varias versiones:





Que no se llame a confusión el lector por la presencia de la tiara como timbre del escudo. Por un antiguo privilegio,  el Patriarca de Lisboa -título honorífico anexo al de Arzobispo de esa sede- utiliza en sus armas la tiara pontificia.

Este es el emblema del Patriarcado:  la tiara aparece acompañada de cruz arzobispal y báculo acolados en aspa:


El Patriarca de Lisboa  tiene el derecho a usar la tiara timbrando sus armas,  pero no hay confusión posible con armas pontificias, pues estas llevan acoladas las llaves de San Pedro, lo que no ocurre con las armas del patriarcado lisboeta.

En ocasiones, incluso,  los Patriarcas de Lisboa han usado, durante ciertas  celebraciones litúrgicas,  una mitra con tres fajas de oro que imita una tiara auténtica.

El Patriarca de Lisboa con mitra que imita una tiara.
Nótese además el privilegio de los flabelli también concedido a la sede patriarcal
El actual Patriarca de Lisboa, no obstante (¡cuánta gente en la Iglesia parece disfrutar  rompiendo tradiciones multiseculares!), ha dejado de usar la tiara sobre su escudo heráldico.

Volvamos al cardenal  Gonçalves Cerejeira. Sus armas son bastante complejas como para que me anime a blasonarlas;  quizás haya un lector más capacitado que colabore en este punto.  Mencionemos sólo los detalles más significativos:  un jefe de azur con un triángulo de oro cargado de letras del alfabeto hebreo; un campo de gules  con una cruz plena de sable, en cuyo centro resplandece el Corazón de Jesús, coronado; una rosa de plata en el flanco diestro inferior de la cruz;  un entado en punta con tres flores de gules. Ramas de palma y laurel a ambos lados, el timbre ya mencionado, y el lema "Adveniat Regnum tuum", "Que venga tu Reino".  Un escudo realmente muy bonito.

La última foto de esta entrada lo muestra en Buenos Aires, en 1934, acompañado del Arzobispo porteño, monseñor Santiago Luis Copello.


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