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viernes, 31 de agosto de 2012

Escudo de Constantino Izrastzoff

En el número 12 de la revista "Genealogía", del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas (publicada en 1957), encontramos un interesante artículo titulado "SÍMBOLOS ARGENTINOS EN LA HERÁLDICA RUSA", y subtitulado "El escudo de armas de Mons. Izrastzoff".

Transcribiremos algunos párrafos del artículo, firmado por Ernesto Mangudo Escalada, y luego aportaremos algunos datos más actuales que hacen llegar esta historia hasta nuestros días. Los fragmentos entrecomillados y en cursiva son textuales, pero los destacados en negrita son nuestros.

"Fué en septiembre de 1891 que llegó a nuestro país, un virtuoso sacerdote de la Iglesia Ortodoxa rusa, el primero que arribó a Sudamérica".  Entre lo mucho que le deben su credo y su colectividad, "no podemos dejar de recordar la erección del templo de magnífica arquitectura bizantina, que alza sus cúpulas en la calle Brasil frente al parque que fué quinta señorial de los Lezama".


Se trataba de  monseñor Constantino Izrastzoff,  "vástago de antigua familia rusa, que al igual que su padre recibió las sagradas órdenes, alcanzando paulatinamente hasta las más altas dignidades a que podía aspirar dentro de la estructuración eclesiástica de su Iglesia". Dado que  los miembros del clero secular ortodoxo pueden contraer  matrimonio, Constantino  se  casó en su patria con "la Matuschka Elena,  nacida en San Petersburgo en el seno de una familia de origen belga".


"A poco de su radicación en la Argentina, quiso el Zar premiar el celo apostólico de este sacerdote, que integraba la misión diplomática de su país ante nuestro Gobierno, e hizo inscribir su nombre en el Tercer Libro de la Nobleza de Rusia, otorgándole el uso de escudo de armas como privilegio inherente al honor discernido".

En dicho Libro III "figuraban los ennoblecidos por distinguidos servicios civiles, y la carrera comprendía 14 grados";  también se inscribía allí "a quienes por haber sido condecorados con la Gran Cruz de cualquiera de las órdenes caballerescas existentes en Rusia, advenían al estado noble, honor que más modernamente sólo se confirió junto al de Caballero de la Orden de San Vladimiro de 3ª. clase o de Caballero de la Orden Militar de San Jorge".

Orden de San Vladimiro

"La amplitud de la carrera eclesiástica permitía a los sacerdotes de la religión ortodoxa rusa adquirir la nobleza hereditaria, derechos que por ley de 1874 se transmitían a los hijos del beneficiado nacidos antes de su ingreso a las nombradas órdenes de Caballería, y tal fué el caso de Monseñor Izrastzoff".


"Los símbolos heráldicos tienen para nosotros especial significación en las armas otorgadas a Monseñor Izrastzoff, pues que al blasonarlo túvose en cuenta que era en nuestra patria donde brillaba el mérito de tan claro varón". 

"Diósele, pues, escudo "partido", que vale tanto como dividido su campo verticalmente en dos; en el primer cuartel, rojo, que es gules en heráldica, vése una colmena de oro, símbolo del trabajo, y cinco abejas también áureas puestas tres arriba y dos abajo de la colmena, volando hacia ella, que es personal alusión al homenajeado padre de cinco hijos; en el segundo cuartel, de azul, que es azul en romance, una montaña de oro, con su pico nevado de plata, y sobre ella un cóndor de oro". 


"Como ornamentos exteriores, el yelmo con corona antigua de noble, y por cimera el cóndor de oro, además de los lambrequines, de oro y gules y de plata y azur, que caen a derecha e izquierda del escudo como hojas, o tiras de género, que no otra cosa simbolizan y memoran, que aquellas cintas con que al par que de ellas se servían para defenderse de los efectos del sol sobre el metal de sus armaduras, adornábanse los caballeros de los torneos medioevales. Debajo, en una cinta con los colores de nuestra enseña patria, un lema que traducido reza: 'Impera con humildad y humíllate con altivez'".




"Es evidente que en el segundo cuartel, tanto la montaña nevada como el cóndor puesto en su cima, han sido inspiradas al Rey de Armas de la corte zarista por nuestra andina cordillera, en cuyos más altos picos anida el cóndor, o águila americana, que viene así a reemplazar en este blasón al águila tan típica de la heráldica europea, con su mismo significado de grandeza y majestuosidad. Pero si alguna duda cabe sobre esta intención argentinista, ella se disipa al observar la cinta con los colores patrios en que se ha escrito la divisa de quien por propios méritos ingresa a la nobleza zarista, y esos colores blanco y celeste ponen de relieve el homenaje rendido a nuestra Patria por el Zar, Señor de todas las Rusias".


"El escudo de armas que acabamos de describir es el único que conocemos haya sido otorgado por Monarca extranjero, conteniendo símbolos heráldicos tan significativamente alusivos a nuestra nacionalidad y ello debe destacarse por lo que sugiere, como cumplido gesto de quien, autorizado para conferir honores personales ha querido tener presente a nuestra Patria, tan generosa y hospitalaria 'para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino'". 


Hasta aquí, los párrafos más significativos del artículo mencionado al comienzo. Pero hay más información que añadir.  Constantino Izrastzoff murió en 1953.  Sus  descendientes se dedicaron en la Argentina al negocio inmobiliario, y la empresa que lleva el apellido familiar aún existe en nuestro país.

Isotipo de Izrastzoff Bienes Raíces 

"con forma de corona

(que puede ser interpretada de varias maneras)",

en uso desde 2003
 



En el sitio web de Izrastzoff Agentes Inmobiliarios de Buenos Aires se puede leer la historia  completa. Para nuestros fines, alcanza con mencionar el hito correspondiente al otorgamiento del escudo familiar:



El texto no es muy preciso,  pero lo que resulta interesante es la imagen del escudo, que pese a su pequeñez y escasa resolución permite darnos una idea de cómo era el blasón otorgado por el zar a Constantino Izrastzoff.




Tomando como referencia el artículo que hemos comentado más arriba,  podemos blasonar así el escudo que estamos estudiando: Partido; primero de gules, una colmena de oro,  y cinco abejas de lo mismo,  puestas tres arriba y dos debajo de la colmena;  segundo de azur, una montaña de oro, con su pico nevado de plata, y sobre ella un cóndor de oro. Al timbre,  yelmo con corona antigua de noble, y por cimera un cóndor de oro; lambrequines  de oro y gules a diestra y de plata y azur a siniestra. Debajo, en una cinta con los colores nacionales argentinos,  un lema que traducido reza: 'Impera con humildad y humíllate con altivez'".

Una vez más,  acudiendo a medios artesanales (imágenes digitales pintadas con lápices de colores), nos hemos atrevido a "reinterpretar" estas armas y a añadirles los esmaltes que describe el artículo de Ernesto Mangudo Escalada. 


Como dijimos, no es una copia sino una humilde reinterpretación del escudo descripto en el artículo que comentábamos.

Nos complace presentar esta entrada a las puertas del comienzo de un nuevo Año Litúrgico de la Iglesia Ortodoxa.

jueves, 30 de agosto de 2012

Escudo de monseñor Antonio Rocca


La imagen que abre esta entrada corresponde a la primera página del número de septiembre de 1936 de "La Revista Armenia" (órgano perteneciente a la comunidad armenia católica en la Argentina). 

Es un homenaje con motivo de  la consagración episcopal de monseñor Antonio Rocca, celebrada en la Catedral Metropolitana el 30 de agosto de ese año, como lo indica la crónica que sigue, tomada de la página siguiente de la misma revista:


Traemos estos recortes a modo de curiosidad y de documento histórico,  porque  hoy se cumple el aniversario de aquella consagración episcopal;  pero ya nos hemos ocupado (aquí) del escudo  episcopal de monseñor Rocca. 

De todos modos, y acogiendo un atinado comentario del lector Luis Fernández en aquella entrada, queremos mostrar hoy de qué modo el escudo elegido por el célebre Obispo de Augusta es tributario de los blasones del Pontífice que lo nombró obispo y del Cardenal que le confirió la consagración episcopal.



Como vemos, el jefe del escudo del cardenal Copello se repite idéntico en el escudo de monseñor Rocca. Asimismo, el águila de sable en campo de oro del blasón del papa Pío XI se repite en el primer campo del  tajado del Obispo de Augusta. Como en el otro sector del tajado parece verse un peñón que sobresale del agua, podemos suponer que se trata de una alusión al apellido Rocca, "roca", aunque por supuesto se trata de una mera hipótesis.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Panadería "El peregrino"


Calle Gorriti, a metros de Mario Bravo. Una panadería llamada "El peregrino" se identifica con un sencillo escudo,  como vemos en las fotos.


Dos bastones de peregrino cruzados en aspa constituyen los únicos elementos de este escudo.  Un interesante uso de la Heráldica en la vida cotidiana. Las fotos son de marzo pasado.

martes, 28 de agosto de 2012

Fachadas: Yerbal 2070

Dos escudos distintos adornan la fachada de este edificio en Yerbal 2070:



Los dos son muy sencillos y "clásicos", escudos genéricos usados sólo como motivos decorativos.

lunes, 27 de agosto de 2012

Antonio Rivero, el gaucho de las Malvinas



Esta entrada está dedicada a recordar el aniversario del levantamiento del gaucho Antonio Rivero, quien con otros "siete valientes", el 26 de agosto de 1833,  desafió a los invasores ingleses que habían usurpado las Islas Malvinas casi ocho meses antes. El derecho a la autodeterminación de los isleños, tan cacareado actualmente por el Reino Unido, no fue   respetado en enero de 1833, cuando las fuerzas británicas se apoderaron injustamente de esa porción del territorio nacional, desalojando o reduciendo a los pobladores argentinos. Frente a esa usurpación,  meses después, un humilde gaucho y sus compañeros encabezaron un motín, asesinaron a cinco personas, y se mantuvieron en una posición de fuerza en Puerto Soledad hasta el 10 de enero de 1834.

Sobre los verdaderos motivos de la sublevación, no hay acuerdo entre los historiadores. Entre quienes exaltan a Rivero, se dice que su "único designio" fue "evitar que en las Malvinas -jirón entrañable de nuestro suelo- fuesen violados los derechos sagrados de nuestra patria por un invasor extranjero" (Dr. Ismael Moya). Otros, en cambio, sostienen que el móvil estuvo ligado al trato que recibían gauchos e indios, y sobre todo al modo en que Rivero y sus hombres recibían la paga: no con dinero, sino con vales.




Asimismo, para la versión británica, los ocho sublevados no son más que asesinos (aunque tras su captura -por razones no explicadas- Rivero no fue condenado por el gobierno inglés y se lo devolvió a territorio argentino);  para la versión argentina "revisionista", son héroes. 

Esta última postura cobró fuerza a partir de los años '60 del siglo pasado, cuando incluso  se creó una comisión de homenaje a Rivero y hasta se proyectó un monumento en su honor, cuya maqueta vemos bajo estas líneas.




Más allá de las posturas de los historiadores, lo cierto es que "está probado y lo decimos con orgullo, que (...) la bandera del usurpador no flameó en nuestras islas Malvinas desde ese 26 de agosto hasta el 10 de enero de 1834; es decir que (...) durante 134 días quedó interrumpido el dominio abusivo e injusto que ejercía Inglaterra sobre nuestras islas" (Cap. de Fragata Ernesto Campos).

A todo esto, cuando por curiosidad uno busca un escudo que corresponda a alguno de los linajes del apellido Rivero, se encuentra con este blasón:


"Los de Asturias traen: En campo de gules, un castillo de piedra sobre ondas de agua de azur y plata, en las que flota la cabeza de un moro; saliendo de su homenaje, medio león pardo, llevando dos banderas de plata, una en alto con una cruz de azur, y otra caída con una media luna también de azur", según Heráldica Hispana.

El sentido del escudo es claro: una bandera cae y la otra es exaltada; el enemigo ha sido derrotado. A los pies del vencedor yace el vencido. Algún remoto Rivero ha participado heroica y exitosamente en la guerra contra los moros.

Hagamos ahora un poquito de "Heráldica imaginaria". Si reemplazamos la bandera caída por la británica, y la exaltada por la bandera argentina, y si además quitamos la cabeza de moro, para que resalten los colores patrios en el agua,  ¿no podríamos otorgar este escudo a nuestro Antonio Rivero, el entrerriano, que además -según dicen- murió en la Vuelta de Obligado?





En campo de gules, un castillo de piedra sobre ondas de agua de azur y plata; saliendo de su homenaje, medio león pardo, llevando dos banderas,  una en alto con los colores argentinos y  otra caída, que es la bandera del Reino Unido. Las ondas de agua representan los mares australes, de jurisdicción argentina, donde se ubican las Islas Malvinas; el castillo representa la presencia nacional en dichas islas, particularmente en Puerto Soledad; el león es el aguerrido gaucho Antonio Rivero, que exalta la bandera argentina y hace caer la bandera de la potencia usurpadora; el gules representa la sangre derramada por quienes intentaron recuperar las islas. 

Reiteramos:  estamos haciendo un ejercicio de Heráldica imaginaria. Aquí, otra versión del escudo  imaginario,   con una leve (y  heráldicamente  incorrecta)  diferencia,   que el lector sabrá descubrir:



Los conceptos del Dr. Moya y del Cap. Campos  han sido transcriptos del artículo     "Antonio Rivero, el gaucho de las Malvinas",  publicado en la revista "Todo es Historia" en diciembre del año 1968. También proceden de allí  las imágenes de la maqueta del proyectado monumento a Rivero y del vale con que se pagaba en las islas; más abajo vemos la portada de ese ejemplar.




La placa que encabeza esta nota está ubicada en la plazoleta que se halla frente al Palacio San Martín, sede de la Cancillería. Tomé la foto el 28 de noviembre de 2011, feriado nacional por el Día de la Soberanía y en cuya víspera se cumplía un aniversario del nacimiento de Antonio Rivero, "el gaucho de las Malvinas".

Ayer se cumplieron 179 años de las acciones de Rivero y sus "siete valientes".   Este es un homenaje más para recordar además que este año se han cumplido tres décadas de la transitoria recuperación de las Malvinas y de la Guerra del Atlántico Sur.


sábado, 25 de agosto de 2012

Escudo de Francia en la Catedral de San Luis

Cada 25 de agosto  se celebra la memoria  de San Luis, Rey de Francia.  En la misma fecha, del año 1591, fue fundada la ciudad de San Luis, que lleva ese nombre justamente en honor el santo  monarca francés.

Como hoy  es 25 de agosto, queremos compartir hoy un par de fotos,  halladas en la Red,  que muestran la imagen del Rey Luis IX el Santo en el frontispicio de la Catedral de San Luis.


El templo está dedicado a la Inmaculada Concepción, pero en el tímpano exhibe una escena en cuyo centro se destaca la figura de San Luis IX, Patrono de la ciudad:


Como puede apreciarse, el monarca lleva en su mano derecha una gran espada, y sostiene con su mano izquierda un gran escudo con las armas antiguas de Francia, un sembrado de lises.


Así se ven las armas antiguas de Francia con sus esmaltes correspondientes, en versión tomada de Wikipedia:





Cerca del monarca,  un soldado sostiene otro escudo, que muestra sólo una gran cruz, recordando que San Luis Rey participó de las Cruzadas.

Todas las imágenes han sido tomadas de la Red.

viernes, 24 de agosto de 2012

Escudo de Carmen de Areco (Buenos Aires)


La cuarta y última foto de la serie que tomé el 27 de febrero en la Casa de la Provincia de Buenos Aires (que vengo mostrando los viernes de agosto) exhibe el escudo de la localidad de Carmen de Areco.



Tomamos del sitio Heráldica Argentina la descripción de este escudo:

"Forma: inglés triángulo curvilíneo con bordura de color ocre.

Trae en campo cortado en el cuartel superior mantelado en curva de azur sobre tapiz de plata que muestra en el centro una muralla con una puerta de sable.

En el segundo cuartel sobre tapiz de oro una cinta ondeada de sable y plata y en palo de la punta una figura de un indígena de pié de sable.

Ornamentos:aunque incorrecta según la heráldica una gruesa bordura de su color, con una divisa toponímica en orla de sable en letras mayúsculas

Una gran cartela de oro rodea al escudo, con espirales en lugares opuestos exactamente, hacia adentro y los de los ángulos superiores hacia afuera".

Pues debo decir que yo no veo un indígena de pie, sino un atado de tres espigas de trigo... 

La bandera local reproduce el escudo y añade el texto "Municipalidad de Carmen de Areco"


jueves, 23 de agosto de 2012

Dos bicentenarios

Hoy se cumplen 200 años del Éxodo Jujeño, uno de los hechos más destacados de la Guerra de la Independencia argentina.

En 1812,  cuando estaba a cargo  del Ejército del Norte, Belgrano es informado de que  los realistas habían reforzado sus efectivos apostados en Suipacha.   Entendiendo que sus fuerzas  no estaban en condiciones de enfrentarse con  las españolas, y,  por otra parte,  teniendo en cuenta que el Triunvirato  le ordenaba replegarse, Belgrano dicta un bando, a fines de julio, ordenando la retirada.





Debía quedar "tierra arrasada delante del enemigo,  que no deberá encontrar casa, alimentos, animales de transporte, objeto de hierro, efectos mercantiles, ni, desde luego, gente".   Belgrano amenaza con el fusilamiento a quien no cumpla la orden,  pero "las clases populares se pliegan al éxodo sin necesidad de compulsión" (aunque entre los más acomodados sí hay alguna resistencia). 

La retirada debió hacerse "precipitadamente por la proximidad del enemigo"; la invasión de los realistas era inminente.  El pueblo y las tropas  cubrieron 250 kilómetros en sólo cinco jornadas de camino.

El Éxodo Jujeño "puso de manifiesto tanto la energía del jefe como el heroísmo de un pueblo dispuesto a abandonar todo para poner impedimentos al avance de los realistas" [1].


En homenaje al heroísmo del pueblo jujeño, nos dedicaremos hoy al escudo de la provincia de Jujuy.  

El escudo provincial jujeño, al parecer, encuentra antecedentes desde el año 1832, es decir, incluso antes de la autonomía  de Jujuy, declarada en 1834.  En aquel año, el gobierno provincial hizo acuñar en Potosí tres sellos de plata, que se usaron para autenticar documentos (el más antiguo que se conoce data de agosto de 1835).  Desde entonces se usan los elementos del Escudo Nacional dentro de un campo en forma de broquel normando, en ocasiones acompañado de cuatro banderas, dos a cada lado, en representación de las cuatro regiones: Puna, Quebrada, Valles y Bosques. El escudo fue oficializado en 1960 por ley promulgada el 1° de agosto. Esta información procede del libro "Escudos provinciales de la Argentina", edición del Consejo Federal de Inversiones del año 2011 (regalo de mi amigo Juan Francisco Gómez).





Ahora bien,  justamente la forma de "broquel normando" es lo que caracteriza al escudo jujeño. Pero,  ¿qué es  un broquel? Esto dice el  Diccionario de la Real Academia:

broquel.

(Del fr. ant. bocler, bulto en el centro del escudo, y este del lat. buccŭla, mejilla, carrillo hinchado).
1. m. Escudo pequeño de madera o corcho.
2. m. escudo (‖ arma defensiva).
3. m. defensa (‖ amparo).
4. m. Mar. Posición en que quedan las velas y vergas cuando se abroquelan.
5. m. Méx. Tipo de zarcillo (‖ pendiente).



Y ¿qué es un broquel "normando"? Es un escudo en forma de gota, como en los ejemplos que vemos aquí:


La peculiaridad del escudo jujeño es que la "gota" del broquel normando tiene "dos cisuras" en la parte superior, y "dos emblemas rosáceos de cuatro pétalos cada uno" en medio de "las dos espirales" (artículo 1° de la ley provincial mencionada).




"Respecto de las figuras rosáceas, contenidas en las espiras" -continúa diciendo el libro del Consejo Federal de Inversiones mencionado más arriba- es muy posible "que aludiesen a los triunfos de Tucumán y de Salta, o a las virtudes de muy leal y constante con que los reyes habían distinguido a Jujuy", si bien, a falta de documentación que avale  tales hipótesis, es imposible saberlo  con certeza.






Hasta aquí el homenaje a Jujuy al cumplirse los 200 años del  Éxodo. Pero en el título de esta entrada hablamos de dos bicentenarios. ¿Cuál es el otro? El mismo día del Éxodo Jujeño, 23 de agosto de 1812, pero sin conexión alguna con esa gesta,  tuvo lugar en Buenos Aires otro hecho histórico vinculado, de alguna manera, con nuestra disciplina.

Dejemos que lo relate el historiador Miguel Ángel Scenna, autor de un artículo publicado en  la  revista Todo es Historia(Año II, N° 14, junio de 1968), titulado "La bandera blanca y celeste...". Reproducimos -escaneada de la revista original- la parte pertinente:



Es decir: hoy se cumplen también 200 años de la primera vez en que la bandera celeste y blanca fue izada en la ciudad de Buenos Aires.  La ocasión, como leímos, la dio una acción de gracias por el fracaso del complot contra el gobierno, supuestamente encabezado por Martín de Álzaga.  

En la Plaza de la República, el Obelisco   recuerda, en una de  sus caras, que en ese  lugar  se encontraba la iglesia  cuya torre tuvo el honor de ser escenario de ese acontecimiento:




Dos bicentenarios, que celebramos hoy, ligados a los orígenes de nuestra nacionalidad.  



[1] Los fragmentos  entrecomillados fueron tomados de CRÓNICA HISTÓRICA ARGENTINA (Ed. Codex, Buenos Aires, 1968), Volumen 1

miércoles, 22 de agosto de 2012

El escudo de la Sala Capitular del Cabildo, por Gori Muñoz


Ayer nos referimos  a  la pintura que se conserva en la Sala Capitular del Cabildo de Buenos Aires, a su historia y a su significado.






Retomamos el tema en el día de hoy, con una versión dibujada por el artista Gori Muñoz.

Gori Muñoz fue un escenógrafo y pintor valenciano que vivió  varios años en la Argentina y falleció en Buenos Aires  el 23 de agosto de 1978 luego de una extensa carrera artística durante la cual participó en numerosas películas.  Mañana se cumplirán 34 años de su muerte.

En la Red pueden hallarse algunos dibujos de su autoría,  pero, que sepamos,  esta es la primera vez que se publica un escudo dibujado por este artista.

En realidad es algo más que un escudo: es precisamente la recreación del célebre cuadro que preside la Sala Capitular del Cabildo. 

La imagen dibujada por Gori Muñoz aparece en la portada interior del libro "Cuando Buenos Aires era colonia",   publicado por Editorial Aguilar con ocasión del sesquicentenario de la Revolución de Mayo. Muñoz era el director artístico de la obra.






Decimos  que se trata de una verdadera recreación artística del cuadro que presidió nuestro nacimiento como nación,  por los motivos que veremos enseguida. 




El dibujo de Gori Muñoz respetó en términos generales  los lineamientos originales del célebre cuadro:



Pero ya habrá notado el lector la diferencia fundamental:  el artista modificó el escudo de Buenos Aires que se halla en la parte inferior.  Observemos con más detalle ese sector:

Gori Muñoz  (sus iniciales pueden verse abajo, a la derecha del escudo) mantuvo la Paloma, pero con la postura y los atributos del águila que aparece en el otro escudo de Buenos Aires, el original de 1580: corona, cruz de Calatrava y pichones.   



Mantuvo asimismo el río y el ancla,  por lo que el resultado final es una "combinación" de los dos escudos porteños: el de Garay de 1580 y el de Láriz de 1649.


Una interesante curiosidad, obra del gran artista español.

martes, 21 de agosto de 2012

El cuadro de la Sala Capitular del Cabildo


En la entrada del 27 de agosto de 2010 nos ocupamos del célebre cuadro que preside la Sala Capitular del Cabildo de Buenos Aires, y prometimos volver sobre el tema.  Lo hacemos ahora, casi dos años después, mediante  dos entradas consecutivas,  la de hoy y la de mañana.



En esta nota, seguiremos a grandes rasgos el contenido de un artículo publicado en el número 157 del Boletín del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas (edición correspondiente a los meses de mayo-junio de 1988). El artículo se titula "UNA ANTIGUA REPRESENTACIÓN DEL ESCUDO DE BUENOS AIRES",  y su autor es  Arcadio Botar y Boros. Cuando lo citemos, lo haremos en cursiva, como es práctica habitual en este Blog. (Hay que advertir, sin embargo, que dicho Boletín -disponible en la Red- es un conjunto de hojas mecanografiadas y luego escaneadas; en ocasiones, a causa de la baja calidad del escaneo, algunas palabras quedan recortadas, y hay que reconstruirlas a partir del sentido del texto y del sentido común;  también hemos hecho algunas correcciones menores de índole gramatical y ortográfica).

La nota de Botar y Boros nos ayuda a describir, en primer lugar, el cuadro que fue testigo de nuestro nacimiento como nación: «se observa una pintura representando el escudo imperial  de España (el conocido cuartelado de Carlos I) y pendiente del Toisón de Oro que rodea al mismo, una cartela que muestra adosado el blasón que se puede definir como el tercero de nuestra ciudad». El primero, según esta numeración es el de Garay de 1580, y el segundo es el propuesto en 1615 (nunca confeccionado, por lo que sabemos) con un pelícano y cinco hijos.

Alrededor de esos blasones, arriba, las figuras de los Patronos de Buenos Aires: Nuestra Señora de las Nieves y San Martín de Tours;  abajo, dos barcos a ambos lados del escudo porteño.



Nos centraremos hoy en el escudo superior, el de España, así descripto en la nota que comentamos: 

1) Contracuartelado de Castilla y León; 2) partido de Aragón y Dos Sicilias; sobre la partición principal entado de Granada, y sobre la misma partición escusón brochante de  Navarra; 3) cortado de Austria y Borgoña antigua; 4) cortado de Borgoña moderna y Brabante, brochante sobre la partición principal, escusón partido de Flandes y Tirol. Rodea el escudo,  como ya hemos dicho, el Toisón de Oro del cual pende el escudo de Buenos Aires.




En este escudo,  el autor de la nota ve un detalle muy significativo que permitiría datar con cierta exactitud la confección de esta pintura.   Porque, si bien se tienen noticias del cuadro desde 1744, se ignora cuándo fue pintado. En efecto, en el acta del Cabildo del 4 de mayo de 1744, celebrada bajo la presidencia de   Domingo Ortiz de Rozas, consta que «...en atención a estar poco desente el dosel y armas acordaron que el procurador de esta ciudad haga otro  dozel nuebo y q. mande retocar las armas y ponerlas con la desensia devida»,  tal como dice la mencionada acta.

Es decir que el cuadro es anterior a 1744. «El retoque de las armas -dice Botar y Boros- no indicaba más que la limpieza de la pintura además del cambio del dosel, que en época de candelabros sufrirían el efecto del humo de las velas que en esos tiempos se usaban, a más del polvo que todo cubría».

Ahora bien, ¿cómo saber cuándo fue confeccionado realmente? Vamos a los argumentos de Botar y Boros.


El escudo, tal como lo hemos visto y descripto, hace evidente que el cuadro se pintó «bajo el Imperio de los Austrias, y más precisamente (por un detalle que paso a señalar) durante el reinado de Felipe IV. Este soberano, penúltimo de los Austrias, era hijo de Felipe III, Rey de España y 19° Rey de Portugal, tal como lo señalan sus armas, que muestran el escusón de las quinas brochante sobre la partición Castilla-León y Aragón y Dos Sicilias en punto de honor».

Escudo de Felipe III.
Nótese que el escudo de Portugal ocupa el lugar que, en el cuadro del Cabildo,
corresponde a las armas de Navarra.

«En 1621 fue coronado Felipe IV de España y 20 de Portugal, quien había casado el año anterior con Isabel de Borbón y Navarra,  hija de Enrique IV Rey de Francia y de Navarra transpirenaica (...). Es notable el hecho de que en el mismo punto heráldico en que Felipe III colocó las quinas de Portugal, figuran las cadenas navarras,  lo  cual es prueba inequívoca de la pertenencia de tal blasón a la época de Felipe IV (...)».

«Si se supone que el escudo de Buenos Aires fue pintado al mismo tiempo que el blasón imperial, formando el conjunto heráldico que muestra la pintura en estudio, debemos interpretar que si el tercer escudo fue creado un 5 de noviembre de 1649 evidentemente se pintó después de esta fecha».

Recordemos: según esta numeración, el primer escudo de Buenos Aires es el creado por Garay en 1580; el segundo, nunca confeccionado realmente, es el de los pelícanos en 1615; el tercero es el de Láriz de 1649. (El cuarto sería el que introduce en el campo del escudo los dos barcos  que hasta entonces se hallaban fuera de él).

Continuando con la información que permita datar con precisión el  famoso cuadro de nuestro Cabildo, Botar y Boros hace una observación interesante acerca de «un hecho curioso»:   El Rey Felipe IV «ya era viudo de la Reina Isabel de Borbón y Navarra desde 1644, y había contraído enlace con Mariana de Austria el 4 de Octubre de 1649, un mes antes de la fecha de creación del escudo de Buenos Aires que, como hemos visto, fue pintado pendiente de un escudo español  que ostenta en uno de sus cuarteles las armas navarras, pertenecientes a la reina fallecida cinco años antes de que fuera supuestamente pintado el escudo (si nos atenemos al año 1649,  fecha de su creación)».



«Este hecho indica que Felipe IV mantuvo durante su viudez la pretensión sobre la Navarra francesa, y aún hasta después de su muerte no se ordenaron cambios heráldicos en la pintura, manteniéndose en el mismo estado en época de los Borbones;  y durante el Virreynato no hubo orden alguna para agregar en abismo o centro del escudo las lises de Francia, limitándose los funcionarios del Cabildo a retocar o limpiar la pintura en 1744».

Escudo de Felipe V, el primer Borbón en el trono español.
Nótese el escusón con las tres lises de Francia

En base a este razonamiento concluye el autor que, «como hipótesis de trabajo»,  la pintura podría datarse «entre 1649, año de la creación del tercer escudo, y 1655 en que fallece Felipe IV».

Otro detalle significativo, aparentemente contradictorio con lo mencionado,  lo constituye la bordura del escudo inferior, el de Buenos Aires, que «trae el título de 'Muy Noble y Leal  Ciudad', conferido en 1716».  




«Si la pintura fue realizada después  de esa fecha -dice Botar y Boros- no se comprende que muestre en su centro el blasón propio de la dinastía anterior de los Habsburgo; y que en plena época de los Borbones no ostente el cuartel que los señale». 

Pero en tal caso «se podría suponer como hipótesis» que el escudo fue «repintado (...)  luego del decreto Real de 1716 que señalaba a Buenos Aires como "Muy Noble y Leal"; esto significaría que debajo de la pintura actual habría otra con armas quizá diferentes, por lo que sería importante analizar científicamente la misma para demostrar la existencia debajo de sus capas de otras figuras heráldicas, que se habrían pintado de acuerdo a las necesidades de la época. Estas técnicas, que incluyen radiografías, son utilizadas en nuestro país por los expertos en restauración para detectar la presencia de otras pinturas en estratos inferiores».

«Es de señalar, de todos modos, que la preocupación de las autoridades del Cabildo en todas las épocas hizo posible que llegara intacto hasta nuestro tiempo el testimonio heráldico quizás más importante y antiguo de nuestra Capital».

En efecto, el cuadro de la Sala Capitular del  Cabildo de Buenos Aires es el testimonio heráldico  más importante y antiguo de nuestra Ciudad, y frente a él juraron, el 25 de mayo de 1810,  quienes conformaron nuestro primer gobierno patrio. Volveremos mañana sobre el tema.