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jueves, 21 de enero de 2016

Escudo del Virrey Nicolás de Arredondo

Comencemos esta entrada viajando con la imaginación hasta Cantabria, más precisamente hasta Bárcena de Cicero,  un municipio español perteneciente a esa comunidad autónoma. Entre las localidades que lo integran se halla una del mismo nombre, Bárcena de Cicero. 

Este es el bello escudo del municipio: 


En campo de oro, una cruz de San Juan de azur, cantonada por cuatro estrellas de seis puntas de gules. En punta, ondas de plata y azur. Al timbre, corona real.

¿Por qué hacemos esta viaje hacia Bárcena de Cicero?  Son dos los motivos por los que esa localidad española está vinculada con la Argentina. 

El primer motivo es meramente anecdótico:  Baldomero Fernández Moreno pasó en Bárcena de Cicero algunos años de su niñez, ya que sus padres eran oriundos de allí. Existe en Bárcena una biblioteca pública llamada "Baldomero Fernández Moreno". En recuerdo de esta estancia, Baldomero escribió años más tarde "Aldea española" (1923) y "La patria desconocida" (1943), según informa la página web del municipio.

El segundo motivo es el que da origen a esta entrada.  En esa misma localidad, pero en el año 1726, nació Nicolás de Arredondo, cuarto Virrey del Río de la Plata, de cuyas armas nos ocuparemos hoy. 


El nombre completo de nuestro Virrey era "Nicolás Antonio de Arredondo, Pelegrin, Ahedo Zorrilla de San Martín, y Venero", según según nos informa el libro "Blasones de los Virreyes del Río de la Plata".  De esa fuente procede el escudo de Arredondo que vimos hace instantes, así como la versión más sencilla que sigue: 



(En ocasiones, "Zorrilla" aparece escrito con "S" inicial):



Sus padres eran Nicolás Antonio de Arredondo y Ahedo de la Oceja, Caballero de Calatrava, y María Teresa Antonio de Pelegrin y Venero. Una tradición local de Bárcena del Cicero vincula con los Arredondo la casa ubicada en el número 17 de la calle Alfonso XII, donde se ve esta piedra armera.

Sin embargo, nuestro Virrey nunca residió en su ciudad natal ni usó las armas que se ven en la imagen.  Pero antes de abordar el tema de las armas de nuestro Virrey, repasemos su vida. 

Se dedicó a la carrera de las armas,  tomó parte en las guerras de Italia, de Gibraltar y de Menorca; en esas lides "ganó ascensos y laureles". Pasó en 1780 a América; destinado primero a la Florida, más tarde fue  trasladado a Cuba, cuyo gobierno ejerció. En 1787, siendo Mariscal de Campo y Gobernador Intendente del Río de la Plata, fue designado para la presidencia de la Real Audiencia de Charcas,  pero antes de que llegara a asumir ese cargo, recibió el nombramiento de Virrey del Río de la Plata.

Entró en Buenos Aires en diciembre de 1789. Su predecesor, el Marqués de Loreto, lo recibió con significativas palabras: "Ya reposa y cesa mi inquietud (...) porque el Rey nuestro Señor, en la elección de V. E. para sucederme, ha dado a este Virreynato un jefe cual era necesario para hacer felices a sus pueblos y moradores".

De su obra de gobierno en Buenos Aires -que algún autor calificó de activa, honesta y eficaz- diremos sólo una cosa: durante su mandato se erigió en la capital del Virreinato el Consulado, que era, al mismo tiempo, tribunal de comercio y junta de fomento y protección de la economía del Virreynato.  Sus integrantes juraron sus cargos el 28 de mayo de 1794; desde ese momento y hasta 1810, el Secretario del Consulado de Buenos Aires fue Manuel Belgrano.

Arredondo dejó el cargo de Virrey en marzo de 1795 y volvió a España; allí siguió ejerciendo cargos públicos. Murió en 1802.

Volvamos, ahora sí, a las armas del Virrey Arredondo. 

"Don Nicolás Antonio de Arredondo y Pelegrin  llevaba por armas las del linaje de los Arredondo", afirma  Florentino Antón Reglero en su trabajo "El linaje de los Arredondo en la Santoña de los siglos XVIII y XIX", obra consultada en la Red.  
El autor explica que era frecuente que cada rama buscara señalar su diferencia mediante la introducción, eliminación o cambio de algún elemento del escudo, y no a través de la diversidad de esmaltes, ya que estos escudos estaban casi exclusivamente destinados a aparecer en piedras armeras. 

Y añade:

La "figura 1" del trabajo que estamos glosando equivale a  la primera imagen del blasón del Virrey que publicamos en esta entrada:



En el "Cuadro VI" se blasona de este modo el escudo: "Escudo en campo español, de influencia francesa. Castillo aclarado, mazonado y cubierto, acostado de dos leones rampantes, afrontados, alzados a sus muros. Bordura cargadas de doce veneras. Timbrado con corona ducal, sumada de cimera, a inquirir. Soportado por dos leones rampantes, afrontados, y adornado en la punta por cuatro tubos de cañón, municionados, plazados de frente, en abanico, surmontados de dos animales marinos, quiméricos, afrontados, y diez banderas, cinco en cada costado, puestas de la punta a los cantones del jefe".  No se señalan esmaltes porque el escudo comentado no tiene colores. Nótese que en nuestra versión, de mayor tamaño, sí se ve a una doncella en la ventana del castillo...


En cuanto a la "Figura 10", es la que sigue:



(Nótese aquí la diversa cantidad de veneras en la bordura, tal como señala el autor).  

El escudo del cuarto Virrey del Río de la Plata, por tanto, es este:  En campo de gules, castillo de plata, cerrado, almenado, mazonado de sable, sostenido de rocas también de plata y aislado en ondas marinas, la superficie picada, con una doncella vestida de azur asomada a la ventana del homenaje. Acompañado de dos leones de oro, afrontados, alzados a sus muros. Bordura de azur cargada de ocho veneras de plata.

Con esta versión en colores, hallada en la Red, cerramos esta entrada.



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